martes, 11 de octubre de 2011

Dejarte no fue fácil para que hoy vuelvas a mi con cara de inocente y esa voz de “yo no fui” Mira que adentro mío hay un deseo de venganza, de hacer pagar tus culpas y dejarte sin fianzas. Pensar que ya no puedo ni adorarte como antes, porque estoy ocupada en culparte. Quisiera encerrarte y no dejarte salir más, mostrarle a los demás todo el dolor que me causas. Culpable, sos el único culpable, yo te acuso y te maldigo, te destierro de mi alma y mi corazón.